El baile de las maestras y maestros interinos de Madrid

Comienzan los llamamientos un curso más y de nuevo somos lanzados a destinos muy distantes de nuestro domicilio sin poder renunciar, ni ahora ni previamente, a trabajar tan lejos sin perder el derecho a trabajar. Porque el derecho a un puesto de trabajo digno no puede traducirse en la obligación de trabajar de forma indigna (cuatro horas de transporte diarias, por ejemplo). Algunas personas tienen que aceptar estas condiciones cada curso sin que los sindicatos consigan mejoras sustanciales en este tema. A los Sindicatos no se los tiene muy en cuenta últimamente y por algo debe de ser. A las maestras y maestros interinos nos hace falta un poquito de unión y solidaridad. Somos funcionarios para trabajar y eventuales con trienios de antigüedad. La de nombres raros que se inventan para encubrir la realidad. Que nuestro despido es libre y gratuito y que estamos a expensas de quedarnos sin trabajo por motivos ilegítimos puesto que si hemos hecho bien nuestro trabajo y la empresa sigue necesitando interinos....no tendrían porque despedirnos tan alegremente. Debido a la política de reparto de especialidades y horarios constantemente se producen despidos y nuevas contrataciones a quienes sucesivamente se van ajustando al perfil que a nuestras autoridades educativas les parece más pertinente.
El hecho de que con cada nuevo perfil docente que diseñan dejen en la calle a profesionales que han cumplido con su difícil trabajo como interinos durante años, no parece ser que les importe mucho a nuestros jefes y jefas.

Es lo que hay. Si a los docentes nos despiden con esa alegría no esperarán que encima estemos motivados por hacer bien nuestro trabajo. No es maltratando a los profesionales de la educacion como vamos a mejorar el nivel educativo ni a rebajar las tasas de fracaso escolar de este país llamado España. La España de las Autonomías Educativas y El Madrid de las Direcciones de Área Territorial.