Cuando vas a un colegio durante poco tiempo comprendes que tu labor es apenas un grano de arena en el desierto. Desde que llegas sabes que te vas. Eres una turista en los centros que trabajas y manejas información superficial de cada uno pero sabes un poco de muchos colegios, puedes comparar. Otra particularidad es la relación que tienes con los niños y niñas. Por un lado piensas que se van a olvidar de ti en cuanto te vayas, por otro, si aún no has perdido al niño que todos llevamos dentro, sabes que a veces se recuerdan cosas de la infancia cuando han sido importantes. Tal vez algo de lo que yo les lleve sea importante para alguno de ellos. Nunca se sabe.
Las maestras ambulantes somos las maripopins de los escolares.
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