domingo, 16 de mayo de 2010

Pagar la crisis

Para entender esta crisis hace falta tomarse un tiempo en estudiar economía.
No está al alcance de cualquiera el dedicar una hora al día en formarse para vivir. La mayoría de la gente se queda con la opinión que otros han elaborado en función de unos intereses determinados y la defiende como si fuera la suya propia. Al igual que se tiene fe en los dioses y sus docrinas, se tiene fe en los economistas, los políticos y los sindicalistas.

Qué una cosa son los datos, y otra, la interpretación de esos datos.

Datos para pensar en una crisis sistémica tenemos muchos. Datos para saber que intentan cambiarnos las reglas del juego en los próximos años, también.

La pesadilla de vivir a crédito se ha terminado. Ahora empieza la oportunidad de vivir al día, en el presente y cada vez con menos certidumbres, con menos seguridades.

También es el momento de replantearnos las reglas del juego. Unas reglas coherentes para la sociedad basadas en los datos, y no, en la interpretación sesgada, por unos y por otros, de los datos.

Pero para eso hace falta entender lo que está pasando.
Al menos, hace falta intentar entender y dialogar, intentar dialogar...
Aprender a llegar a conclusiones tras las discusiones y debates.
Aprender a tomar decisiones convenientes y a actuar en coherencia con lo que se decide.
Es necesario abandonar el cómodo mundo de la mitología económica y empezar a llevar la cuenta de los datos, que hace ya muchos años que están llamando a nuestra puerta.

Con la rebaja de un 5% de media en sus salarios, la casta de los funcionarios de carrera ha sido "tocada" y como en el juego de los barcos, una vez llegado este punto, resulta mucho más fácil hundirla.

Los funcionarios docentes interinos estamos tocados desde que empezamos a trabajar porque nuestros salarios suben y bajan en función de la lejanía entre los destinos y nuestro domicilio, y de los períodos entre cese y nuevo contrato. Por eso nos definimos como un colectivo de trabajadores precarios y por eso pedimos estabilidad laboral una vez que empezamos a trabajar para la Administración.
No podemos olvidar que la división entre funcionario interino y funcionario de carrera la marca la administración teniendo como criterio prioritario para ello el "cubrir sus necesidades de plantilla" y poderlas ajustar en épocas de crisis. Es decir, que para que los funcionarios de carrera tengan garantizada la estabilidad laboral, tiene que haber funcionarios interinos que entren y salgan de la plantilla constantemente, y que estén en la precariedad, para poder doblegarlos y explotarlos sin mucho esfuerzo por parte de la administración y los funcionarios jefes.

En definitiva, lo del 5% a mí me equivale a que me destinen unos kilómetros más o menos lejos de mi casa, o a que me cesen unos días antes o después. Convivo con ello desde que empecé a trabajar como docente interina y es precisamente el motivo por el que me quejo... Mi trabajo y mi responsabilidad son las mismas que las de un funcionario de carrera, y sin embargo mis condiciones salariales no. Tenerme en la precariedad les resulta cómodo y sobre todo, tenerme en la precariedad es un asunto que a mis jefes y a muchos de mis compañeros/as "con plaza" les importa un rábano.
Vivir en la precariedad es lo que hemos estado haciendo muchos en este país durante años. Los que estaban a salvo pensaban que "se lo habían ganado". Ahora pinta mal para todos. Sin embargo no espero que los vivían a salvo de la precariedad ahora reconozcan que "se lo han perdido".
Los "privilegios de categoría" los otorga el poder cuando quiere y los quita cuando le parece oportuno. Los privilegios de unos se erigen sobre las opresiones de los otros.
Pasar del lado de los privilegiados al "otro lado" va a ser duro.
Otra opción sería la de considerarnos iguales y construir UN MUNDO PARA TODOS Y TODAS.

...Pero esa, es otra historia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario