Acaba de dimitir Esperanza Aguirre del último cargo que había podido conservar, a duras penas, como concejala del Ayuntamiento de Madrid.
Esperamos no tener que volver a escuchar a esta señora y a la imputada por corrupción y ex Consejera de Educación , Lucia Figar.
Se pedía su dimisión desde este blog y han tenido que pasar años para que se vaya definitivamente de la política.
El caballo de Esperanza Aguirre es como el de Atila, que por donde ha pisado no vuelve a crecer la hierba. El daño ya está hecho.
Se va sin reconocer ninguna responsabilidad pero peor es cuando estaba y se comportaba como una caprichosa irresponsable jugando con la educación pública mientras su gobierno se dedicaba a saquear el patrimonio de todos los madrileños.
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