martes, 2 de diciembre de 2008

Una situación kafkiana

Un error al devolverme a la lista de maestros interinos impide que me llamen hoy a trabajar por mi Área Territorial.
Para explicar una situación como esta no basta con describir el proceso por el que he pasado para llegar hasta aquí. Cuando el destino de las personas es decidido por el sistema informático hay que vigilar al que introduce los datos. Un error material del encargado/a de poner en marcha el sistema informático produce consecuencias en la vida de los ciudadanos y ciudadanas.
Hoy me ha tocado a mí, pero el riesgo de padecer los efectos de los errores humanos sumados a un error en el entramado informático, es generalizado. Nos cambian la vida a golpe de clik. Sometidos a los designios de los programas informáticos, conscientes de ello , inermes y cabreados, vemos como nuestras vidas están organizadas por máquinas llenas de información errónea y caduca.
La inhumanidad que revelan los procesos informáticos de decisión sobre la vida del homo sapiens sapiens acabará con la especie. Lo peor es que asistiremos impotentes a la batalla. No podemos vivir sin burocracia informática, dependemos de ella para casi todo, estamos en sus manos.

Las máquinas ni sienten ni padecen. Fríamente ejecutan sus órdenes de obligado cumplimiento. Como corderillos camino del matadero los humanos obedecen aun a sabiendas de lo injusto de algunas órdenes de la máquina. Pero si lo dice la máquina, hay que cumplirlo a rajatabla.

La guerra de los humanos contra la máquina para evitar su propia extinción puede dejar de ser ciencia ficción en poco tiempo.
Hay que reflexionar sobre los estragos que están causando las "máquinas/hardware/software" en todo el planeta y sobre el grado de dependencia que tenemos de ellas y el riesgo al que estamos expuestos por esta causa.

El caso es que me han robado mi suerte, para la que había planificado una estrategia y había tomado unas decisiones basadas en las reglas del juego que ellos han fijado. Una vez más se demuestra que las reglas son sobre todo para quien no puede defenderse.

Tendría que estar llamada hoy para empezar a trabajar mañana en un radio de hasta 50 Km. Un error al introducir mis datos ayer en el ordenador ha provocado que vuelva a estar expuesta a trabajar en un radio de 100 km. y no sé cuando empezaré.
He tenido que hacer unas cuanta llamadas para subsanar el error. Durante 24 horas he estado desaparecida del sistema informático. De esto nadie va a responder. La persona que ha cometido el error ni siquiera me lo ha reconocido cuando hablé con ella. El caso es que el error se arregló tras mi primera llamada reclamando, que para eso llamé, y nadie reconoce haber hecho nada mal. Parecía que estaba pidiendo algo extraordinario y que pretendía que hicieran algo anormal.... Ni siquiera me han pedido disculpas, que es lo mínimo que se exige a quien comete un error con consecuencias desagradables para quien lo padece.
Porque no creo que el ordenador me haya escondido durante estas 24 horas en un rincón de la CPU. Habrá sido la encargada de meterme la que no me ha metido bien. Y cuando he llamado ha dado en el click y lo ha arreglado y me ha dicho que no pasaba nada, que todo bien y correcto. Al volver a llamar a los que me dijeron que yo no constaba y por eso no me habían llamado me dijeron que ahora si estaba, que acababa de entrar.

Lo dicho. Una situación kafkiana como premio a un trabajo bien hecho.

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