sábado, 6 de diciembre de 2008

El derecho a la educación de los más pobres

Ayer murieron dos bebés abrasados en Villaverde, el el poblado chabolista del Salobral, al sur de Madrid. Hace años, cuando me llamaron para trabajar de interina por primera vez, estuve un curso en un aulario de la ESO (1º y 2º) , en el que figuraban como alumnos nuestros algunos de los niños y niñas de este poblado chabolista. No vinieron ni un solo día a clase, sin que por ello se tomara ningún tipo de medidas al respecto. Desde entonces, año 2001, sigo las noticias que hablan de las tragedias que les ocurren a los niños que viven allí. Otra vez murieron uno o dos por cruzar las vias del tren de cercanías , y aunque hace un año declararon que se había realojado a la población del Salobral, la noticia del incendio de la chabola y la muerte de estos dos bebés demuestra que el realojo no se completó.
Hay miles de niños y niñas viviendo en circustancias penosas en este país. Todavía hay niños y niñas que ni siquiera están escolarizados y que crecen en situaciones que parecen más propias de un campo de refugiados. Pero están aquí. En el Salobral y en otros lugares que todos conocemos. Hacinados en la miseria. La declaración de los derechos del niño ( y de la niña) se queda en papel mojado para muchos niños y niñas de todo el planeta.
Hoy quería hablar de los niños y niñas que nunca han sido ni serán alumnos de la Educación Publica, obligatoria y gratuita, en España. También de la indiferencia de los poderes públicos a la hora de defender y proteger a los menores (y a sus madres) para que puedan disfrutar de una vida digna.

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